LAS MENINAS
Dos
amigos entraron a contemplar las maravillas del Museo del Prado. Al
aparecer ante ellos el lienzo de Las Meninas quedaron inmóviles,
embelesados, admirando durante horas la imagen que tenían ante sus
ojos. Acabada
la visita, preguntó uno al otro qué le había parecido la obra de Velázquez,
su maestría en el tratamiento de las luces, el volumen y profundidad
del claroscuro, la proporción, la perspectiva, el espacio, la atmósfera
que transmite el famoso lienzo. - “¿Tantas cosas has visto en tan poco tiempo?” – le repreguntó extrañado aquél-. “En las tres horas ante el cuadro yo apenas he tenido tiempo de contar los pelos del perro que está en primer plano”. Febrero 2004 |